viernes, 21 de noviembre de 2008

Sano y salvo: Siete pasos para la Seguridad del Paciente en Atención Primaria

Sano y salvo: Siete pasos para la Seguridad del Paciente en Atención Primaria

Información para pacientes:castellano e inglés

Continuando con la descripción de mi experiencia en el hospital, comentaros que, finalmente, tras diez días con tratamiento antibiótico y analgésicos, fui intervenido de urgencias porque mi intestino se perforó, produciendome una peritonitis bacteriana.

Gracias al trabajo de los profesionales pude salir del apuro, aunque por razones de seguridad la intervención no fué definitiva, ya que me realizaron una colostomía de descarga; sobre la que comentaré en otra ocasión.

En otro orden de cosas, comentaros que, para quien necesite información sobre su enfermedad en castellano existen muchos recursos en internet, para mí entre los mejores se encuentran las páginas de la AHRQ. Si os entendéis en la lengua de los british, aún obtendréis más recursos sobre cualquier tema que busquéis. Guías de práctica clínica en NICE; estándares de acreditación de la calidad de los servicios de salud en HealthCare Commission, etc.


Me pregunto si alguna persona me ha leído

Llevo unos días sin escribir en el blog y, además, constato que desde el enlace de la Web SafetyPatient no parece que me estén leyendo, ya que no me dejan comentarios; agradecería que este blog adquiriera carta de naturaleza con las aportaciones de quienes lo visiten. Gracias

lunes, 17 de noviembre de 2008

No aplicación del protocolo

En otra ocasión, cuando me pasaban visita, pregunté si se me estaban administrando protectores gástricos, ya que todos los protocolos para pacientes ingresados lo contemplan; de esta manera, se previene la producción de úlceras de estrés y los efectos secundarios de los fármacos que el paciente esté recibiendo.
Yo tenía constancia de que al ingreso me administraron una dosis, pero lo que no sabía es que llevaba días sin protección gástrica.

El control del dolor

Los eventos adversos para la seguridad del paciente se producen porque fallan los sistemas de trabajo, los procesos y procedimientos. En un determinado momento, no se verifica la medicación administrada, la situación del paciente, etc. Naturalmente, siempre hay alguien que no detecta el error, pero el fallo es del sistema no de las personas.
Mi segundo día de ingreso estuve con dolor y demandé que me aliviaran, pero falló el sistema. Demasiada carga de trabajo del personal de enfermería y la cercanía al cambio de turnos se concitaron para que el dolor siguiera siendo mío.
¿Cómo se puede permitir que un paciente ingresado sufra dolor? ¿Hay algo más importante para los profesionales de la salud que aliviar el sufrimiento?

domingo, 16 de noviembre de 2008

La habitación

Disponía de una cama en una habitación compartida con otro enfermo. La habitación de unos 16 m2, con una cortina de separación entre ambas camas, y un baño para compartir de unos 2,5 m2.Buena familia la de mi compañero de fatigas: educados, amables, simpáticos.
No obstante, lo desagradable de estas situaciones obligadas es la limitación de la intimidad en todos los sentidos; para ir al baño, para dolerte, para llorar, para quejarte, para vivir.
Disponemos de un Sistema Nacional de Salud de cobertura univrsal que obtiene buenos resultados comparativos con los de otros países, en la cifras macro no hay dudas; pero qué difícil se hace tener que exponer tu intimidad a los demás, que castigo más obsoleto.
La limpieza de la habitación
En 14 días que permanecí ingresado no se limpió a fondo en ninguna ocasión.
Salvando a mi familia y amigos, la primera palabra de aliento que recibí como paciente fue a los tres días del ingreso de una trabajadora del hospital que entró a limpiar la habitación.

El síndrome del recomendado

Mis amigos, como imaginan, muchos entre las profesión, cada cuál tratando de localizar al mejor cirujano que me atendiese. He de agradecerles tantos desvelos, aunque pasaban las horas y no tenía un cirujano asignado, un profesional al que plantear todas mis dudas y temores. Recibí visitas de distintos cirujanos, cada cuál con opiniones distintas sobre mi proceso; unas más alentadoras que otras.
Se cumplían las primeras 24 horas del ingreso, y francamente, mi estado empeoraba; me sentía débil, febril, dolorido y confuso. Y sobre todo, temeroso de mi suerte...pensaba en mis hijos, en mi esposa...Very sad.
Decía Gato Pérez en uno de sus temas: "La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida..."Así es, nadie está libre de sorpresas: agradables y no tan agradables.
Hace unos meses andaba, quien os escribe esto, por la vida como si nada. Familia, trabajo, amigos, sabores y sinsabores, aunque nada serios.
Uno de aquellos días, me sentí ligeramente mal, lo consulté con un amigo y días después entré por la puerta de un hospital, tranquilamente, pensando en que no podía ser nada serio.
En urgencias me topé con la primera sorpresa: dolor abdominal leve, con una cifra de leucocitos muy, muy alta. Me indicaron ecografía y TAC, resultado: diverticulitis perforada. Mi colon había dicho, Stop.
Ingresé en planta con tratamiento antibiótico, y pacté con el enfermero de turno que me administrara las primeras dosis antes de las 00:00, hora en que se administran las medicaciones. Me pareció más adecuado para mi salud, que se iniciara el tratamiento cuanto antes, ya que eran las 20:00 pm. el profesional accedió, aunque reticente, y a las 00:00 me administró la siguiente dosis.
A todo esto, yo, médico, por primera vez en el papel de paciente (ilustrado), estupefacto, sorprendido y estresado.

sábado, 15 de noviembre de 2008

La utilización de opiáceos y derivados en sus indicaciones precisas aún levanta reticencias entre muchos profesionales de la salud, que argumentan sobre los efectos secundarios y la posibilidad de producir dependencia.
En mi opinión, tenemos mucho que aprender de los profesionales que trabajan en Cuidados Paliativos sobre el manejo adecuado de los síntomas, y en particular del dolor. Este conocimiento sería de gran utilidad para el control del dolor en pacientes que requieren ingresos hospitalarios cortos y en aquellos que convalecen en sus domicilios.

viernes, 14 de noviembre de 2008

¿Se controla adecuadamente el dolor de los pacientes en los hospitales?